MEMORIA Y OLVIDO

 

Un obispo hace la visita pastoral. Tiene en frente un rector con fama de vida poco edificante. Le suplica que lo confiese y el obispo accede. Reconciliado, el cura empieza este diálogo:

- ¿Qué pensáis, monseñor, del mayor de los pecadores?

- Que Dios ha derramado sobre ti, hermano, su gran misericordia. En mis ojos, eres reluciente de gracia.

- ¡Pero Usted sabe lo que he sido!

- Dios ya no me hace pensar en eso. ¿Por qué tendría que guardar en la memoria lo que Dios ha decidido olvidar?

Y ahora es el prelado el que pide al rector que lo bendiga y lo confiese.

El obispo era el saboyano Francisco de Sales (1567-1622). El episodio, una cata de su humildad y dulzura. Un obispo escritor, próximo a la gente, que afirma "haber tomado en consideración la manera de ser de los espíritus de este tiempo" y dice que hay que "tener en cuenta el tiempo en que uno escribe". Hace suya la lengua del pueblo y adopta avant la lettre el eslogan que guiará Henry Luce y Briton Hadden, creadores, el año 1923, de la revista Time: "Corto, conciso y completo". Y escribe pensando en todo el mundo y dirigiéndose a todo el mundo. No tiene nada extraño que Pío XI lo declarara patrón de los escritores y los periodistas cristianos. Previamente había sido beatificado -ahora hace 350 años- y canonizado. Su fiesta se celebra el 24 de enero.

Artículo extraído de "Full Parroquial" núm. 4.343 de la Diócesis de Girona (23/01/2011).