CRISTIANOS DE HOY

 

Hace un par o tres años, un periodista entrevistó, en un campo de refugiados, Myriam, una niña cristiana que había tenido que huir durante la ocupación de su pueblo, Qaraqoix, y de toda la llanura de Nínive por los bárbaros yihadistas de Estado Islámico.

"¿Qué sientes hacia aquellos que te obligaron a salir de casa?". Ella, con 10 años, contestó: "Pido para ellos el perdón a Dios". Las declaraciones de la pequeña Myriam, hechas con una sonrisa delicioso, se pueden encontrar en Youtube y son la versión infantil, pero sobrecogedora, del catecismo del amor, la confianza en Dios y la esperanza.

Ahora ya debe haber vuelto a Qaraqoix; población que se está reconstruyendo (y que por cierto, necesita nuestra ayuda).

Algo parecido contestó a Le Figuero el filósofo Rémi Brague comentando la llamada al perdón que se hizo durante el funeral de Jacques Hamel, el cura degollado por dos yihadistas en plena misa en una iglesia francesa. "¿Qué deberíamos haber hecho?", Se preguntaba: "Llamar a la venganza, recorrer las calles con el ataúd del padre gritando que cada muerte nuestra vale ciento de los suyos?”

También los coptos de Egipto, mientras lloran a sus víctimas, ofrecen el perdón a sus verdugos. Viven sometidos a persecuciones similares a las de los mártires de los primeros siglos. Los cristianos de oriente ponen una y otra vez la mejilla: las tienen muy doloridas

Los cristianos de occidente, que no estamos rodeados de sangre y odio, sólo de indiferencia, estamos a la altura de los mártires de hoy?.


Antoni Puigverd, escritor, en "La Hoja Parroquial Dominical" de Girona - 07/29/2018