LA PARROQUIA

 
Sant Martí d'Empúries es, en la actualidad, un pequeño núcleo del Ayuntamiento de l'Escala, en l'Alt Empordà, en el golfo de Roses, muy lleno de historia. Desde la llegada de los griegos foceos, siglo VI aC, ha estado un lugar siempre habitado.

El nombre d'Empúries (Emporion, en griego; Emporiae, en latín), que significa “los mercados”, da nombre a la comarca: l'Empordà.

Según tradición escrita, Empúries fue cristianizado por Sant Feliu l'Africà, que murió mártir en Girona el año 304. En la "Passio Sancti Felicis", redactada por el obispo Nonnitus de Girona, entre finales del siglo VI e inicios del VII, hace referencia a la llegada, al puerto d'Empúries, del mártir Feliu en tierras gerundenses. I, también, la presencia y predicación de Sant Feliu en Empúries está ámpliamente documentada en un sermón del obispo Oliva de Vic en Girona, siglo XI, en el que dice:

“Y también tú, Gerona feliz, llénate de alegría, porque has merecido un  don especial que ninguna otra ciudad ni ningún  lugar de estas comarcas no ha podido tener. Que, porque Dios lo dispuso así, te envió el Africano, lleno del celo de la fe, el santísimo Feliu, quien, con sus lecciones, condujo Barcelona a la fe y al amor de Cristo; con su predicación liberó EMPÚRIES del error de los ídolos y enseñó a los ignorantes el camino de la verdad, y, mientras te evangelizaba a ti (Girona), en ti descansó con una muerte gloriosa después del triunfo del martirio”. 

Está documentado que fue sede episcopal en época visigótica, por lo menos, entre los años 516 y 693. En las Actas de los Concilios Hispánicos aparecen los nombres de 7 obispos empuritanos que acudieron a Toledo, Girona, Tarragona, Barcelona, Lleida y Zaragoza. La situación de su catedral es, de momento, una incógnita. No es imposible que la actual iglesia se alce sobre sus cimientos. Existe, también, la hipótesis que se emplazara en la zona de Santa Margarita, donde se ha encontrado, recientemente, una lauda funeraria que bien podría tratarse de la tumba de un obispo empuritano.

Una importante mención documentada que se conoce de la iglesia de Sant Martí d'Empúries es del año 842 y es el acta de un juicio celebrado en Empúries, en el que están implicados los condados de Besalú, Girona, Empúries y Peralada.

En el término parroquial d'Empúries se conservan las ruinas de ocho iglesias. La más antigua es la nombrada “Basílica Paleocristiana”, edificada sobre unas antiguas termas romanas, de una sola nave con una cabecera semicircular, de los siglos V-VIII, actualmente dentro del recinto de las ruinas d'Empúries. De entre las otras nombramos: Sta. Margarida, Sta. Magdalena, Sta. Maria de Vilanera, St. Vicenç, Sant Eusebi, Sta. Reparada, La Mare de Déu de Gràcia, ...

El anterior templo parroquial, que ya existía en el año 842, estuvo restaurado diferentes veces, según consta en las tres lápidas que están engastadas en la fachada del actual; la primera, del 926, de mármol blanco, nos recuerda que “...este templo estava de hacía tiempo en ruinas, y que de muy antiguo era consagrado a Sant Martí; que el 926, el conde Gausbert, héroe triunfante, hijo de Sunyer y de Ermengarda, lo renovó”.

Una segunda reconstrucción nos la recuerda la lápida funeraria de Guillem de Palol, “...buen sacristán y protector del pueblo, ...hizo reconstruir el campanario, la vuelta, el tejado y el pavimiento,...”, datada el año 1248.

El 1468 fue asediada la villa d'Empúries por el Duque de Lorena, y devastada la iglesia.

Posteriormente, en el año 1507, se comenzó a construir el actual templo, según consta en la lápida que hay encima de la puerta: “El día de Santa Margarida del año 1507 fue comenzada la presente iglesia y fue puesta la primera piedra por el honorable Joan Pascol Desrechs”, probablemente cónsul d'Empúries.

En el interior se conservan dos aras paleocristianas, de mármol blanco, del siglo V; el altar mayor, del segle X, adornado con arcos de herradura; la pila bautismal, con arcos lombardos, del siglo XII; y una pila de agua bendita, del siglo XVI.

A mediados del siglo XVII, unos cuantos pescadores de Sant Martí d'Empúries se establecieron en calas situadas al sud formando un núcleo, que, a finales de siglo, contaba con unas 80 personas. El 1680 solicitaron a la condesa d'Empúries, Caterina Folch de Cardona y Aragó, que les cediera un terreno para construir una iglesia porque “encuentran lejos tener que ir a pie a la Parroquia d'Empúries, especialmente los días de lluvia o tramuntana”. El año 1766 L'Escala conseguía la capitalidad del término municipal y el nombre de la población, “Port de l'Escala de la vila d'Empúries”, fue substituido por el de “l'Escala i Empúries”. Es en estas circunstancias que se decide, el 2 de diciembre del año 1777, que la iglesia actual de l'Escala, iniciada el 1701, se segregue de la parroquia d'Empúries y se convierta en la parroquia de Sant Pere de l'Escala; dos entes parroquiales diferentes. 

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