PASEANDO HACIA SANT MARTÍ

 

El rincón preferido de Lluís Roura es el paseo natural y peatonal que va desde l'Escala hasta Sant Martí d'Empúries. “A un lado está el mar y al otro los 2.500 años de historia de las ruinas griegas y nuestras raíces. A un costado todo es piedra, solidez y sobriedad, y al otro está el ímpetu, la tramontana y las olas”.

Es un paseo íntimo y familiar, por donde camina gente de todas las edades y turistas con sensibilidad bajo esta luz que los pintores dicen que solamente se ve en l'Empordà y en la Toscana. “Vea estos reflejos delicados encima de los peñascos, goce de esta vista de la bahía, que es como una concha acogedora y especial...”, dice y recita  Lluís.

Después de pasar por el muelle griego y las ruinas y los mosaicos d'Empúries, una suave pendiente nos acerca a la iglesia de Sant Martí, con 500 años de historia y que, en la capilla del baptisterio, está el cuadro de Lluís, con un paisaje del río Jordán. "Cuando pinté el río Jordán para la iglesia de Sant Martí d'Empúries, su párroco se sorprendió porque le recordaba un meandro del Ter que hay cerca de Torroella de Montgrí. La gente cree que Tierra Santa es un desierto, no obstante, hasta en aquellos desiertos de guerra, hay también oasis de paz”.

Sant Martí d'Empúries “es un lugar de recogimiento, donde una vez has llegado te sientes como si hubieses ganado una corona de laurel. Es un paseo que inspira tranquilidad y felicidad”. Por allí llegó la llama olímpica aquel mágico 1992. Y desde un mirador que domina aquella tierra mimada por los dioses, según la definió Lluís Llach, el pintor contempla “un paisaje intermitente y siempre diverso”.


 

(Recortes del artículo de Joaquim Roglan, recogido de la Vanguardia, 15 de enero de 2008)

 

Galeria
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La Torxa. Sortint a passeig
Les dunes
Seguint les dunes
Cala
Ruïnes d'Empúries
Escullera hel·lenística
Caminant vora les dunes
Dunes i platja
Sant Martí a quatre passes
Pujada de St. Martí
Mirador
Església de Sant Martí