LA NOCHE DE LA PURÍSIMA

  

Qué cielo más azul esta noche!

parece que se vea el Infinito

en toda su grandeza,

en toda su dulzura;

El Infinito sin velos,

más allá de la luna y de las estrellas...

 

La luna y las estrellas brillan tan claras

en el azul infinito de la noche santa,

que el alma se encanta

en el allá...


Esta noche es bien una noche divina:

la Purísima, del cielo

va bajando por este azul que ella ilumina,

dejando más resplandores en cada estrella.


Por la noche de Diciembre ella desciende,

y el aire se calienta, y el mundo calla.

Desciende silenciosa...

¡Ay! ¡qué noche más azul y más hermosa!

 

                                  * * * * * * *

 

LA NOCHE DE LA PURÍSIMA (traducción libre)


Este poema de Maragall responde al interés que mostró siempre  por la festividad y la imagen de la Purísima. En este poema, la Purísima, si bien no es el tema principal, es el complemento necesario para que el tema -la noche- produzca unos efectos determinados: la magia y el misterio en su entorno, la representación sensorial de la emoción, la reacción espiritual del hombre frente al dogma, la iconografía tradicional, la piedad popular,... Más frecuentemente, pero, Maragall alude a la Purísima de pasada, como un simple dato referencial del calendario: el día de la Purísima (8 de diciembre) representa el inicio de la recta final hacia al día de Navidad. Es como un aviso -el primero- de las celebraciones litúrgicas y profanas popias del mes de diciembre: santa Lucía, la Misa del gallo, Navidad, san Esteban, fin de año.

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