LA REVOLUCIÓN DEL AMOR

 

Amar a los enemigos constituye el núcleo de la "revolución cristiana". Jesús presenta a los discípulos este modelo radical de vida.

Esta es la novedad del Evangelio, que cambia el mundo sin hacer ruido. Es el heroísmo de los pequeños que creen en el amor de Dios y lo sembrando silenciosamente con sus pequeños actos y, a veces, jugándose la vida.

Ante tanta injusticia, de tanta violencia, Jesús propone un "plus" de amor, un "plus" de bondad. Es el "plus" de la misericordia. Sólo la misericordia puede hacer desequilibrar el mundo hacia el bien.

Y todo comienza en el más pequeño rincón del corazón del hombre. Dice Santa Teresa que el corazón del hombre es donde habita el Dios hecho misericordia.

Quién cuida este corazón, jugando con Dios, es constructor de la paz y de la bondad, sin saberlo del todo. Es cosa del Señor que, jugando, esparce perdón y misericordia.


Joan Güell, en "La Hoja Parroquial", de la Diócesis de Girona, 24/02/19