EL ESPERÍTU SANTO

 

Ay, Espíritu Santo, Dios, y tanto que te entristecemos!

Parece que sólo te recordamos por Pentecostés y que te reducimos a un fenómeno mágico, espectáculo de luz y viento dentro cel cenáculo.

Cuando de hecho hemos sido marcados por ti desde el Bautismo y sellados en la Confirmación.

Estás siempre en nosotros como una fuerza vital, un impulso de crecimiento interior y de salida hacia los demás.

Tu nos haces capaces de vencer el mal con el perdón, el desánimo con la esperanza, el mal humor con una joya serena.

Tú nos preservas del error, del egoísmo y del conformismo.

Tú nos animas a buscar la verdad, a amar sin esperar recompensa, a encontrar la paz del corazón y el camino de la vida siguiendo los pasos de Jesús, que nos lleva hacia el Padre.

Oh, Espíritu Santo, Dios, concédenos tenerte más presente y a fortalecer nuestro amor por Ti. Amén.

 

(Del suplemento parroquial Carme / Mercadal, Girona - 12/08/2018)