Vivir es convivir, descubriéndonos en relación. Ante los recelos de Juan -"hemos visto uno ... no es de los que vienen con nosotros" -, Jesús habla claro, bien y corrigiendo la mirada estrecha de los discípulos: "Déjenlos hacer. Quien no está contra nosotros, está con nosotros".

Verdad que esto nos hace pensar en tolerancia, respeto, diálogo entre culturas y religiones? Y también, en intransigencia, indiferencia, rigidez y fanatismo. Y se sigue un buen aleccionamiento de aceptación de los demás, comprendiendo las virtudes, defectos, limitaciones, cualidades y necesidades de los diferentes.

La clave evangélica de la dignidad de hijos de Dios es valorar las personas de buena voluntad y de bondad, las transigentes, y las que hacen el bien.

Sepamos reconocer y convivir, cada vez más, como hermanos, y fresando caminos de Evangelio.

Pere Domench Feixas, en "La Hoja Parroquial", Diócesis de Girona, 30/09/2018