SAN MARTÍN DE TOURS

 

San Martín es uno de los santos que tiene más templos dedicados por todo el mundo. Sólo en la diócesis de Girona hay 50 iglesias que lo tienen por patrón. Es patrón de los soldados, tejedores y fabricantes textiles. Francia y Hungría, lógicamente, lo tienen por patrón. Su festividad se celebra el 11 de noviembre.

Desde los inicios del cristianismo en nuestra tierra, la Iglesia d'Empúries lo tiene por Patrón. La veneración al Santo se extendió, rápidamente por todo el mundo, después de su muerte.

San Martín de Tours nació en Pannónia, la actual Hungría, el año 316 y murió en Candes, Francia, el año 397. Recibió educación en Pavía y con 15 años ingresó en la guárdia imperial romana, en la que servió hasta  el año 356, primero en Italia y después en la Galia.

Primero fue soldado bajo Constantino I el Grande y después bajo Constantino II, y antes de la mitad del siglo IV es convirtió al cristianismo. Se licenció y se unió a San Hilario de Poitiers quien le recomendó que volviera a su pais de origen para convertir a su gente.

La leyenda más famosa que se cuenta de su vida sucedería durante el invierno del 337, cuando estando Martín en Amiens encuentra, cerca de la puerta de la ciudad, un mendigo tiritando de frío, a quien da la mitad de su capa, puesto que la otra mitad pertenece al ejército romano al que sirve. La noche siguiente, Cristo se le aparece vestido con la media capa para agradecerle su gesto. Esta es la escena que iconográficamente se ha preferido para su representación.

Martín decide entonces dejar el ejército romano y convertirse, lo que no puede hacer hasta pasado un tiempo, al negarle su licencia el emperador.

Después de dejar la vida militar se bautiza y se une a san Hilario en la ciudad de Poitiers. Aquí este le sugiere ir a Hungría para predicar la fe a su gente. 

Hacia el año 360 vuelve a la Gália y se une nuevamente a los discípulos de San Hilario en Poitiers. Cerca de aquí funda un monasterio, concretamente en la población de Ligugé, que puede considerarse el primero de Occidente.

El año 370 es nombrado Obispo de Tours. Su vida pastoral se caracterizó por la evangelización y la lucha contra las costumbres paganas. Se hizo célebre por su santidad y sus milagros.

Aunque perseguía las teorias del agnosticismo y maniqueismo de Prisciliano, acudió delante del emperador Magno Máximo para evitar que fuese ejecutado. El obispo lusitano Itacio insistió delante del emperador hasta que Prisciliano fue ejecutado. Martín, afligido y enfadado por este hecho, va rompió sus relaciones con Itacio. Más tarde tuvo que reconciliarse con él, cuando el emperador le exigió como condición a cambio de acabar con las ejecuciones de los priscilianistas.

Falleció en uno de los sitios más bellos de Francia, en Candes, el 8 de noviembre del año 397. Fue, probablemente, el primer no martir venerado como santo.

Veneración
Su fiesta se celebra el día 11 de noviembre, aniversario de su entierro en Tours. La basílica levantada sobre la su tumba, San Martín de Tours, fue uno de los principales centros de peregrinación de la Europa medieval y el edificio religioso más grande de toda Francia. En 1562, los protestantes la saquearon y quemaron las reliquias del Santo. Durante la Revolución francesa, el edificio fue derruido, a pesar de su gran valor artístico: solamente quedaron dos torres. La nueva basílica se construyó entre 1884 y 1925.

San Martín es muy venerado por doquier y tiene bajo su patrocinio múltiples parroquias por toda Europa. En Cataluña su culto fue introducido durante la conquista franca: hasta el siglo XII, fue el Santo con más capillas y parroquias dedicadas, como lo atestiguan la gran cantidad de municipios y lugares llamados "Sant Martí de...".

Es patrón por excelencia de los soldados y, junto con san Francisco de Asís, de los tejedores y fabricantes textiles. Es el Patrón de Francia, de Hungría y de diferentes ciudades, entre otras: Amiens, Avignon, París, Utrech, Buenos Aires, Groningen, Orense, ... En Girona es el patrón del Saminario Diocesano. 

El arco y el veranillo de San Martín

La leyenda catalana explica que Martín le dió la capa al pobre en nombre de Jesucristo y que, justo al pronunciar el nombre de Cristo, el cielo se abrió, el sol brilló esplendoroso y se formó un gran Arco que fundió la nieve y retiró el frío, ayudando de esta manera al vagabundo. Por este motivo se conoce este fenómeno con el nombre de Arco de San Martín, y el interludio de bonanza que cada año ocurre a mediados de noviembre con el nombre de "Veranillo de San Martín".

 

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