A TI ELEVO MI ALMA

 

A  vos levanto mi alma, Señor, Dios mío en ti confío,

que no tenga un desengaño,  y no se alegren los enemigos.

Haz que conozca, Señor, vuestras rutas, enseñadme vuestos caminos.

Encaminadme hacia vuetra verdad, enseñadme, porque vos sois mi Dios que me salva y en cada momento espero en vos, porque sé que sois bueno, Señor.

Acordaros, Señor, de vuestra piedad y del amor que habéis guardado desde siempre.

No os acordéis de los pecados que he cometido de joven y de mayor, compadeceos de mí, vos que tanto amáis.

El Señor bondadoso y recto, enseña el buen camino a los pecadores.

Encamina los humildes por sendas de justicia, les enseña su camino.

 

Salmo 24 de la Biblia.