Casarse es una decisión muy importante en la vida. Y, puesto que es muy importante, debe de prepararse bien. Cualquier pareja, cuando se casa, quiere que todos los detalles estén bien a punto y que todos los asistentes queden tan satisfechos como sea posible. Y los novios quieren, está claro, quedar también ellos muy contentos.

De entre todas las cosas que irá bien preparar, hay una que quizás, con el aturdimiento de los días previos a la boda, puede quedar bastante olvidada y seria una lástima que así quedara. Se trata de la preparación más profunda, la del corazón: ¿qué significa para los contrayentes cristianos comprometerse delante de Dios a compartir su vida en el matrimonio?

Personalmente os entregaremos unas hojas en las que se os hace una propuesta para prepararos y compartir juntos el sentido que tiene para vosotros contraer matrimonio.

Martín Colomer Pujol, párroco