"SALVE REGINA"

 

Salve Regina,

tú que siempre me alumbras

y me das las manos

como si fueran las boyas

de mi esperanza

mientras navego por el mar,

una sábana que se arruga

con el embate de las olas

donde estiro mis sueños.

María, madre del mundo,

me miras de lejos

desde el tejado del cielo

donde cada estrella es una oración

con nombre y apellidos

que tú haces brillar

sobre la memoria de los vivos

mientras nos abrazas a todos

con misericordia infinita

en el tiempo sin tregua

donde todos somos cautivos.

Tú también huiste

de la patria más digna

desafiando las fronteras

de las palabras de los necios,

una mancha en el exilio

que crece como un árbol

con la corteza gastada

y las raíces que se enredan

en las conciencias humanas

pero, esclavos de la culpa,

no nos damos por vencidos.



Yo he hecho este viaje

y todavía ando

recorriendo el olvido

como si fuera un desierto

que me quema la piel

porque más allá de las dunas,

solo hay el abismo

y he perdido el norte,

también el sur,

pero no estoy sola

en el barco de la fe

porque tú siempre estás

en todos los puntos cardinales.

Con los puños llenos de salmos

sólo soy una oración

pequeña y humilde

como un faro que late

en la noche de los pecados

donde nunca se hace más oscuro

porque tu nombre siempre resuena

en medio del silencio más triste

como caballos al galope

que vuelven a casa.

Y tu amor es tan grande

como un país salvavidas

donde recluirme del mundo

mientras escribo estos versos

y me mastico las sílabas

como si fueran de azúcar

porque son cantos de victoria

que estallan contra la tierra

tan vacía y tan sucia

del paraíso de mentira

de los hombres perdidos.



 

Marta Finazzi de la parroquia del Mercadal.

Ganadora de la categoría Viola de Oro y Plata

de los X Juegos Florales de Esplugas de Llobregat.