CARTA DEL OBISPO A LOS TURISTAS

Carta a los turistas 

¡BIENVENIDOS!

Has elegido estos parajes del Obispado de Girona para vivir unos días o semanas de vacaciones. Has venido con unas perspectivas y nalidades: descansar, cambiar el ritmo de vida, saborear todo lo que te ofrece la naturaleza, tener más tiempo para dedicarte a cultivar las a ciones personales, fortalecer las relaciones familiares y con las amistades, descubrir nuevas espacios interesantes y otras culturas...
Deseo que consigas lo que te has propuesto para estos días.
Yo, como obispo de Girona, y también nuestras comunidades cristianas parroquiales y los cristianos católicos, os queremos acoger con todo el afecto, para que os encontréis «en vuestra casa».
Al mismo tiempo, con el deseo de que pases unas felices y gratificantes vacaciones, me atrevo a proponerte algunas sugerencias para que tu estancia sea muy provechosa para ti y para nosotros. 

Durante las vacaciones no dejes de lado tus convicciones y tus creencias, ya que son días para vivir en paz y serenidad, para tener tiempo libre y no estar sometido a los ritmos ordinarios... Pero el cambio de lugar, de vecinos, de costumbres... no significa que todo vale. Recuerda tu dignidad como persona y la dignidad de todas las personas. No te olvides de tus responsabilidades y de tus deberes. 

Cuida mucho tu vida y la vida de los demás. La vida es un gran don de Dios, y es el primer derecho que hay que respetar y cuidar. Evita los riesgos innecesarios para ti y para el resto de personas. Sé siempre prudente en todas las actividades que emprendas. 

Descansa, pero haz lo posible para que los demás también descansen. Es cierto que dispones de unos días libres y que puedes organizarte el tiempo como mejor te parezca. Sin embargo, ten presentes a las personas que, para servirte a ti, por su trabajo o por responsabilidades familiares, tienen que poder descansar, sobre todo por las noches. Asegurar su descanso es también asegurarte unos mejores servicios a ti mismo y muchos otros.
Que la necesidad de diversión no se convierta en un impedimento para el necesario descanso de los que no tienen vacaciones. 

Estos días te encontrarás con muchas personas que te acogerán trabajarán para ti y estarán a tu servicio. Procura ser amable y sé agradecido, porque una sonrisa, un decir «gracias» con sinceridad, a menudo es la mejor recompensa. 

Respetar la naturaleza es responsabilidad de todos. No la malmetas esparciendo basura por todas partes y no cuidando a las plantas, animales y sus espacios vitales. Saborea la naturaleza respetándola. 

Dale gracias a Dios por el regalo que significa poder tener estos días de vacaciones. Si eres creyente católico procura participar en la Eucaristía de los domingos, y si eres un hermano o hermana cristiano, en algún culto propio. Cuando entres en alguna iglesia contempla su belleza, pero busca también algún momento de plegaria y de comunicación con el Señor. 

Las vacaciones y la esta son para toda la familia y para los amigos y acompañantes. Procura esto sea posible con tu comportamiento. 

Y piensa en aquellos que no tienen o no pueden hacer vacaciones porque les faltan recursos. La solidaridad y la caridad no hacen vacaciones.

Con el deseo de que estos días sean provechosos y sirvan para emprender una nueva etapa llena de ilusión y de coraje, te saludo cordialmente y te bendigo. 

✠ Francesc Pardo i Artigas, obispo de Girona